Chartreuse

Los licores de Chartreuse toman su nombre de la Orden de los Cartujos (Ordre des Chartreux), que deriva a su vez del lugar donde Bruno y sus siete compañeros decidieron establecerse en 1084: el « desierto » de Chartreuse. Fue en estas austeras montañas donde se levantó una ermita para vivir en soledad y en comunidad, en oración y contemplación, en el silencio del monasterio. Su lema de autosuficiencia les obliga a encontrar medios de subsistencia en su entorno inmediato: se convertirán sucesivamente en criadores, piscicultores, explotadores de los bosques e incluso herreros.

Desde 1605, año en que François Hannibal d’Estrées les entregara un misterioso manuscrito, fueron necesarios más de 150 años de investigación para que los monjes cartujos desentrañaran el secreto y fijaran la receta del Elixir Végétal en 1764. A principios del siglo XIX, el desarrollo de un nuevo «Elixir de mesa» dio a luz al Chartreuse verde y el Chartreuse amarillo en 1840. Desde entonces, han podido mantener y transmitir su valioso know how y, aún hoy, estas recetas constituyen el principal producto de los Padres Chartreux.